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Fundaciones de interés privado: Cómo proteger a tus hijas e hijos más allá de tu vida

En Panamá, muchas familias con patrimonio han encontrado en las fundaciones de interés privado una herramienta poderosa para proteger el bienestar de sus hijas e hijos, especialmente cuando aún son menores o no han alcanzado autonomía emocional y económica. Pero, ¿qué pasa cuando quien originalmente creó la fundación ya no está? ¿Cómo asegurar que la voluntad de proteger a los beneficiarios no se desvíe con el tiempo?

Una historia que se repite

Imaginemos una madre que, con visión y amor, crea una fundación para proteger el futuro de sus hijas e hijos. Aporta bienes, define reglas y designa roles clave. Sin embargo, tras su fallecimiento, el padre —que puede ser también fundador, protector y parte del Consejo— se involucra sentimentalmente con una nueva pareja. Con los años, comienza a disponer de los bienes de la fundación en beneficio de terceros, dejando a las hijas e hijos en segundo plano.

No es que todos los padres vayan a actuar así. Pero cuando el diseño de la fundación concentra demasiado poder en una sola persona, el riesgo existe. Y los controles, bien pensados, no dependen de confiar o desconfiar: son simplemente buenas prácticas.

¿Qué es una fundación de interés privado?

En términos simples, es una estructura jurídica que permite separar un patrimonio del fundador, con el fin de protegerlo y destinarlo a ciertos fines, generalmente familiares. Está compuesta por tres figuras principales:

  • El Fundador, quien aporta los bienes y define las reglas.
  • El Protector, que supervisa que se cumpla la voluntad del fundador.
  • El Consejo, que administra la fundación.

Los beneficiarios pueden ser hijas, hijos, nietos, u otros seres queridos que el fundador quiera proteger.

El diseño importa más que la intención

El mayor riesgo no está en las personas, sino en cómo se distribuye el poder dentro de la fundación. Si una sola persona concentra los roles de fundador, protector y administrador, es muy fácil que, con el tiempo, los intereses cambien —y los beneficiarios originales queden desprotegidos.

Controles sanos, protección duradera

Existen mecanismos sencillos pero muy eficaces para evitar estos desvíos:

  • Incluir miembros de confianza o independientes en el Consejo de la fundación.
  • Nombrar un protector distinto al padre o madre que pueda actuar con imparcialidad.
  • Establecer cláusulas que exijan aprobación múltiple para enajenar activos o cambiar beneficiarios.
  • Contar con la asesoría continua de profesionales idóneos (abogados, contadores, fiduciarios).

Estas medidas no entorpecen la administración. Al contrario, le dan estabilidad, transparencia y continuidad al propósito original.

Planificar es cuidar, incluso cuando ya no estemos

Diseñar bien una fundación no es un acto de desconfianza. Es un acto de amor y previsión. Es asegurar que nuestras hijas e hijos estén protegidos incluso cuando ya no podamos velar por ellos personalmente.

Si estás considerando usar una fundación de interés privado para proteger a tu familia, o ya tienes una y quieres asegurarte de que esté bien estructurada, busca el consejo de abogados especializados. Hay mucho en juego, y contar con una estructura sólida puede marcar toda la diferencia.

En López y Chiari – Abogados en Panamá, contamos con un equipo de juristas especializados en derecho patrimonial y planificación familiar. Si deseas orientación sobre cómo estructurar o revisar tu fundación de interés privado, agenda una cita con nosotros. Estamos aquí para ayudarte a proteger lo que más valoras.